Patrimonio Cultural en Graus

martes, 12 de enero de 2016

A modo de introducción: Brevísima historia de Graus

Si bien no es éste un blog de Historia, para alcanzar los objetivos anteriormente expuestos, resulta necesario introducir al lector en el patrimonio grausino mediante un somero repaso del proceso histórico que la villa oscense ha experimentado a lo largo del tiempo.

La presencia humana en la zona a la que hacemos referencia queda atestiguada desde el Epipaleolítico en el abrigo de Las Forcas, situado muy cerca de la confluencia de los ríos Ésera e Isábena. El material hallado en los yacimientos de Forcas I y Forcas II tiene un amplio marco cronológico y es quizá el perteneciente a la etapa de transición entre el Mesolítico y el Neolítico el que merezca mayor atención debido a su singularidad respecto al de otros yacimientos cercanos. Más allá de esta información arqueológica, lo cierto es que no es hasta muchos siglos después, ya en plena Baja Edad Media, cuando empezamos a encontrar más datos acerca de Graus y su zona de influencia. Esta vez es gracias a varias fuentes escritas en forma de crónicas medievales, más concretamente, las que narran la derrota y posterior fallecimiento de Ramiro I en la batalla que libró la mañana del 8 de mayo de 1063 frente a las murallas de la entonces plaza musulmana.

Entraba así el municipio en la Historia, marcado por el avance cristiano hacia el sur del que viente años después, en 1083, sería testigo, al ser finalmente conquistado por Sancho Ramírez y posteriormente ligado al señorío del monasterio sobrarbense de San Vitorián.
Varios hitos fueron los que a lo largo del medievo y del inicio de la modernidad configuraron paulatinamente a Graus como centro dinámico de referencia en Ribagorza. El primero se sitúa en 1201 con la concesión a la villa del derecho de feria anual a celebrar el día de San Miguel, evento que sigue teniendo lugar actualmente en la misma fecha fijada entonces si bien la tipología de sus productos ha pasado de ser esencialmente caballar en inicio, a difuminarse en una amalgama de géneros adaptados a las nuevas necesidades. El segundo lo ubicamos al comienzo del siglo XV, exactamente en 1415, con la llegada a Graus en su periplo hacia tierras ultrapirenaicas de Vicente Ferrer, dominico posteriormente canonizado que con sus ardientes prédicas dejaría huella en el recuerdo de los grausinos quienes lo proclamarían santo patrono protector de la villa.

Tras un siglo XVI esplendoroso, reflejado en el conjunto histórico de la localidad, la zona no es ajena a los nefastos avatares históricos que afectan al conjunto de la península en los siglos XVII , XVIII y XIX si bien disminuye su repercusión histórica respecto a siglos anteriores. Finalmente, durante el siglo XX, Graus sufrirá los efectos de la Guerra Civil desde el lado republicano para después iniciar un proceso de recuperación parejo al del resto del país que desembocará en la actualidad. Aunque parezca que en el siglo XVI se detiene, el proceso de desarrollo nunca queda estancado. A éste volveremos en forma de pequeñas pinceladas siempre que las entradas del blog lo requieran. El ya comentado rico patrimonio que posee es buena muestra de la incesante actividad económica, social, política y religiosa del lugar. Patrimonio artístico y, fundamentalmente, patrimonio intangible, con una serie de tradiciones y folklores que pretendo mostrar a lo largo de la vida de este blog.

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